Cuando las empresas ponen sus APIs a disposición de desarrolladores externos, esas APIs pueden generar valor, permitiendo a las organizaciones generar ingresos a través de sus productos API y crear nuevos modelos de negocio, ampliando así sus ecosistemas digitales. La monetización se puede realizar a través de numerosos métodos y formatos como:
- Pago por solicitud – Cobro por solicitud única.
- Freemium – Las funciones básicas son gratuitas y las de mayor valor tienen un precio.
- Precios por niveles – Las APIs pueden ofrecerse con diferentes niveles, que se diferencian por la cuota que permiten y las funciones que ofrecen.
- Reduce el tiempo de comercialización – Muestra la API como una versión beta para probarla en situaciones reales.
- Marketing – Cuota de ingresos, conocimiento de la marca, generación de tráfico, venta de anuncios, etc.
La monetización API es un objetivo importante para muchas empresas que ponen en marcha iniciativas de API. Sin embargo, se enfrentan a retos como la identificación del valor que aporta una API, el dimensionamiento preciso de su público objetivo, el apoyo y la estrategia de las partes interesadas, etc. Estos retos pueden superarse si las APIs se diseñan, gestionan y comercializan correctamente.
